jueves, 22 de julio de 2010

Tarjetas Bancarias - Modo de Fraude

TARJETAS BANCARIAS – MODOS DE FRAUDE
CONCEPTO LEGAL DE TARJETA
Una tarjeta electrónica es un instrumento mercantil de pago, definiéndose, según la
Recomendación 88/590/CEE como “toda tarjeta o cualquier otro medio que permite a su usuario
efectuar operaciones como:
• pago por medios electrónicos que suponga el uso de tarjeta, especialmente en el punto
de venta;
• retirada de billetes, depósito de billetes y cheques, y operaciones conexas, por medio de
mecanismos electrónicos, como distribuidores automáticos de billetes y cajeros
automáticos;
• pago con tarjeta por medios no electrónicos; se incluyen las operaciones que exigen una
firma y la entrega de un justificante, pero no las tarjetas cuya única función es garantizar
el pago realizado mediante cheque;
• pago por medios electrónicos realizado por un particular sin emplear una tarjeta, como
las operaciones bancarias desde el propio domicilio.”
Este instrumento está compuesto por:
• Los datos del documento, esto es, el número.
• Los datos del emisor, es decir, la entidad.
• Los datos identificativos del titular de la tarjeta.
• Firma del titular.
• La fecha de caducidad.
TIPOS DE TARJETAS
Los tipos de tarjetas son varios, aunque los principales son los siguientes:
• Tarjeta de crédito: Tarjeta que emite una Entidad de Crédito y cuya característica principal es
que los pagos que se realicen con la tarjeta suponen un crédito entre el titular de la misma y la
Entidad de Crédito.
• Tarjeta de débito: Tarjeta que emite una Entidad Financiera y cuya característica principal es, a
diferenciar de la anterior, es que los pagos que se realicen con la tarjeta se cargan directamente a
una Cuenta Bancaria del titular de la tarjeta.
La principal diferencia entre estos dos tipos de tarjeta es que la primera supone un medio de
financiación, ya que el cargo en la Cuenta Bancaria es aplazado, mientras que en la débito el
cargo es inmediato y, por lo tanto no supone un medio de financiación.
TIPOS DE FRAUDE CON TARJETA
Existen básicamente dos formas de actuación de las personas que se dedican a este tipo de
delitos:
• por un lado la obtención de la tarjeta física como tal,
• y por el otro la grabación de los datos de la banda magnética para su posterior
utilización, ya sea a través de una nueva tarjeta o utilizando los datos en compras
realizadas a través de Internet.
En el primero de los casos, en los que los delincuentes se hacen físicamente con la tarjeta, una
forma de obtenerla discretamente para así poder actuar es la siguiente:
• Se coloca en la ranura, donde se debe introducir la tarjeta, una nueva ranura que llevará
una especie de “tope” para que la tarjeta, al ser introducida, no llegue al cajero. De este
modo se ha conseguido que la tarjeta quede bloqueada.
• Aprovechando el hecho, uno de los delincuentes se acercará al usuario de la tarjeta y le
comentará que a él le ha sucedido lo mismo, y que debe marcar una serie de números y
para terminar su clave personal, que el delincuente estará mirando y memorizando.
• El siguiente paso, una vez que el dueño de la tarjeta se ha ido, confiado de que
resolverán su problema, consiste en que un segundo delincuente (cómplice del primero)
se acerque al cajero y retire la tarjeta, con lo que ya disponen de la tarjeta y de la clave
personal.
Otras de las formas frecuentes de actuar consiste en obtener los datos de la tarjeta y
posteriormente grabarlos en otra para poder operar con ella.
Existen en el mercado multitud de lectoras/grabadoras de bandas magnéticas, que facilitan a los
delincuentes esta tarea.
Algunas de las formas de conseguir estos datos son:
• En algunos casos, cuando vamos a acceder a un cajero interno de un banco, vemos que
al lado de la puerta existe un dispositivo que presumiblemente debe abrir paso a los
clientes si pasan su tarjeta por el mismo. Pues si bien es cierto que este dispositivo
existe en algunas entidades bancarias, en otras son colocados por delincuentes que en el
momento en el que pasamos la tarjeta por el lector están grabando los datos de su
banda magnética. Para poder operar solo tienen que reproducirla y conseguir la clave
secreta, que consiguen colocando una cámara que graba como pulsamos los números.
Una recomendación ante un dispositivo de este tipo es antes de pasarlo por el lector
probar si la puerta está abierta, ya que en ocasiones ocurre que pasamos la tarjeta sin
comprobar antes si la puerta abre o no por si sola.
• En otras ocasiones colocan un cajero falso, consistente en el display con el teclado
numérico y la ranura para la tarjeta, sobre el cajero verdadero. Este tipo de operaciones
se hace en cajeros de calle que no cuentan con cámara de seguridad. De esta manera
graban los datos de la tarjeta y la clave secreta. El dueño de la tarjeta únicamente cree
que el cajero esta estropeado, ya que al pulsar la clave personal le sale un mensaje en el
que se le indica que la operación ha sido cancelada.
• Tampoco debemos ser confiados cuando vamos a comprar a una tienda, o pagamos con
tarjeta en un restaurante, ya que se han dado casos en los que los propios empleados de
este tipo de establecimientos han utilizado lectores de bandas magnéticas para grabar
los datos de las tarjetas, utilizándolos posteriormente para realizar compras. Es
recomendable no perder de vista la tarjeta en este tipo de operaciones, aunque bien es
cierto, por ejemplo, que no siempre es posible acompañar al camarero hasta el lugar
donde es encuentra el lector de la tarjeta.
No es necesario en todos los casos hacer una copia material o física de la tarjeta de crédito para
llevar a cabo un uso fraudulento de la misma, se pueden hacer compras a través de Internet, es
decir, a través de comercio electrónico utilizando el número de tarjeta y la fecha de caducidad.
Es importante tener claro que la tarjeta de crédito comienza a ser un mecanismo de pago no del
todo seguro, ya que podemos ser victimas sin enterarnos hasta el momento en el que la
utilicemos de nuevo.

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